Ciencia vs. Religión.
Sugiero y recomiendo la lectura de un
magnífico libro del científico y escritor Stephen Jay Gould (agnóstico)
titulado "Ciencia vs. Religión, un falso conflicto".
Y transcribo un párrafo ilustrativo:
"No veo de qué manera la ciencia y la religión podrían unificarse, o
siquiera sintetizarse, bajo un plan común de explicación o análisis;
pero tampoco entiendo por qué las dos empresas tendrían que experimentar
ningún conflicto. La ciencia intenta documentar el carácter objetivo
del mundo natural y desarrollar teorías que coordinen y expliquen tales
hechos. La religión, en cambio, opera en el reino igualmente importante,
pero absolutamente distinto, de los fines, los significados y los
valores humanos, temas que el dominio objetivo de la ciencia podría
iluminar, pero nunca resolver. De manera parecida, mientras que los
científicos han de actuar mediante principios éticos, algunos de ellos
específicos de su práctica, la validez de tales principios no puede
inferirse nunca a partir de los descubrimientos objetivos de la ciencia.
Propongo que encapsulemos este principio básico de la no interferencia
respetuosa (acompañado de un diálogo intenso entre los dos temas
distintos, cada uno de los cuales cubre una faceta fundamental de la
existencia humana) enunciando el principio de los magisterios que no se
superponen, al que para abreviar denominaré MANS. Confío en que mis
colegas católicos no se tomarán a mal esta apropiación de un término
común en su discurso, pues un magisterio (del latín magister, o maestro)
representa un dominio de autoridad en la enseñanza."
También:
"El tema [la religión] ma ha fascinado siempre, casi por encima de
todos los demás (con una pocas excepciones, como la evolución, la
paleontología y el béisbol). Gran parte de dicha fascinación reside en
la sorprendente paradoja histórica de que la religión organizada ha
propiciado a todo lo largo de la historia de Occidente, tanto los
horrores más indecibles como los ejemplos más conmovedores de bondad
humana frente al peligro personal. (El mal, así lo creo, reside en la
frecuente confluencia de la religión con el poder secular. El
Cristianismo ha patrocinado su parte de horrores, desde las
inquisiciones a las liquidaciones, pero sólo porque esta institución
detentó gran poder secular durante gran parte de la historia de
Occidente. Cuando mis paisanos (judíos) dominaron, por un período más
breve y en tiempos del Antiguo Testamento, cometimos atrocidades
similares con las mismas razones fundamentales.)"
En mi opinión,
el gran problema que origina los conflictos y consiguientes
barbaridades, atrocidades, disfuncionalidades y derramamientos de sangre
se encuentra en el dogmatismo, el sectarismo, la intolerancia, el
fundamentalismo y sí, todos ellos asociados a la búsqueda de poder
coercitivo y dominador.
Y el dogmatismo y el sectarismo, pueden
encontrarse tanto en la religión como en la ciencia. Mejor dicho, en
algunos de sus pervertidores.
Para mí la clave está en la distinción de dos órdenes de realidad distintos, Ciencia y Espiritualidad (no religió
n organizada) y su posible -y necesaria- complementariedad.
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