Ganó la Revolución, pero...
por
Víctor López Rossi
15/04/2013
Hay que reflexionar.
Recordemos que en términos genéricos, la disminución del voto
revolucionario se ha venido observando desde hace algún tiempo... Desde hace
tiempo muchos venimos pidiendo reflexión, rectificación, correcciones y
revisiones, porque de seguir así, el proyecto bolivariano podría perder algún
día. Ese día casi llegó ayer...
Por supuesto, esto es algo multifactorial, pero yo lo resumo en una
sola palabra: Consciencia. Consciencia en y sobre los sectores populares que
están empezando a votar por la oposición. O que ya vienen votando desde hace
algún tiempo. Antinatura pero, ¿se necesitarán más pruebas para darse cuenta de
que esto está ocurriendo?
Consciencia en y sobre los sectores medios, que en su aplastante
mayoría han votado y siguen votando por un proyecto que en principio los
destruiría, pero no tienen consciencia de eso. Pero que no se perciben incluidos en el Proceso Bolivariano, y
sienten que se les insulta y excluye.
Consciencia en los actores y participantes del Proceso Bolivariano,
que no han querido entender que el modelo de inclusión tiene que incluir,
también en el discurso y la acción, a los sectores medios, porque no puede ser
que estos, que son en un 90% asalariados, voten por tendencias de derecha que
les llevarían al caos que ocurre en Europa y otras partes. Pero mucho del
discurso, el lenguaje, la negación y hasta el desprecio, pero sobre todo, la
falta de atención suficiente por las clases medias los ahuyenta de apoyar este
proceso.
Tiene que surgir y acrecentarse la Consciencia en los líderes y
participantes del Proceso Bolivariano, que de no atender estas demandas, la
cosa puede irse al garete.
Y cuando digo consciencia, no
me refiero sólo al estudio del Plan de la Patria, o de los diversos planes
sobre las comunas, o los más gruesos y esenciales aspectos fundamentales del
Socialismo del Siglo XXI. Importantes asuntos, esenciales, si se quiere, pero
existen prioridades de la cotidianidad que ejercen, y ejercieron un impacto más
fuerte en esta experiencia electoral.
No se le pueden pedir peras al olmo -o al horno, como decía el ´sabio´
aquél...-, lo principal es el discurso YA, las acciones YA, los hechos YA.
Sostenidos durante un tiempo.
- Lo que se hará con la especulación y el acaparamiento AHORA.
- Lo que se hará con la inflación y la descarada especulación
cambiaria AHORA.
- Lo que se hará con el asunto de los saboteos eléctricos AHORA.
- Lo que se hará con el discurso de reconocimiento y comprensión de
quienes votaron por la oposición, manipulados y engañados, tendiéndoles la mano
AHORA.
- Lo que se hará con las próximas campañas por alcaldes, etc. AHORA.
- Y sobre todo, los equipos de diálogo, reflexión y formación que
deben masificarse AHORA. Dentro y fuera de los partidos...
- Etc.
En fin, el sueño triunfalista se acabó y hay que reflexionar y ponerse
las pilas AHORA.
Si lo que pedimos es que la gente se ponga a estudiar muy importantes,
pero gruesos y complejos contenidos teóricos AHORA, estaríamos condenados en el
corto plazo...
Por otra parte, el asistencialismo no basta. Hay que hacer comprender
y apreciar de corazón lo que todos los beneficios y logros significan, cuestan
e implican, para que de verdad se puedan defender, y no se atiendan los cantos
de sirena de los verdugos...
Ahora, o al menos, lo más pronto posible.
Lo principal:
Fomentar la comprensión del discurso ético, el humanismo, la
Independencia, la Espiritualidad y la Visión de un Nuevo Mundo Posible, donde
todos, o al menos las enormes mayorías,
estén incluidas.
Lograr hacer entender que cuando se habla de oligarcas, burgueses,
ricos, poderosos, latifundistas, explotadores, cuartorrepublicanos, etc. -si es
que hay que hacerlo-, NO se está refiriendo a nadie en las sectores medios y
mucho menos en los sectores populares. Evitar a toda costa el insulto y la
descalificación desprevenidas, que pueda manipularse para hacer creer a amplios
sectores medios o populares que se arremete contra ellos.
La comprensión, la empatía y el afecto genuino por los confundidos,
engañados, envenenados, etc., es clave en la recuperación de amplios sectores
que en estado natural serían parte de un proceso de humanización e inclusión.
Una ética del respeto, el afecto y el discurso incluyente para quienes
hasta ahora no se sienten parte de este proyecto, es clave.