Tuesday, November 15, 2016

LOS REQUERIMIENTOS Y MANDAMIENTOS DE 'DIOS'


 LOS REQUERIMIENTOS Y MANDAMIENTOS DE 'DIOS'


Sobre los requerimientos y mandamientos 'divinos' y sus órdenes a los humanos donde se pide honra, adoración, obediencia y todo tipo de extrañas reglas.

Me refiero a un dios que requiere, ordena, manda, pide, constriñe, necesita, o quiere algo en alguna forma. Pide, manda, u ordena cosas, y está dispuesto a matar, destruir, o disponer condenar a eternidades de suplicios indecibles por no 'obedecerle'. Un dios que hasta gusta del "olor agradable" de ciertos sacrificios quemados, y ordena que le hagan tales sacrificios, como muestra de pleitesía y sumisión. Un dios al que le gusta ser tratado como un rey despótico, totalitario y sanguinario. Y que someterá a todo tipo de castigos a sus fieles que no le obedezcan y a los infieles que sigan a otros 'dioses'. Es decir, más que un dios omnipotente, omnisciente, sabio, amoroso y justo, esto parece más bien el retrato de un déspota sanguinario y demoníaco.

Pero es que precisamente ese dios se hace bajo el modelo de los reyes 'divinos' absolutistas de la antigüedad. Muy fácil de comprender. Un dios humanizado y antropomorfizado a imagen y semejanza de los hombres de esos pueblos primitivos que así lo concibieron. Un dios que demanda adoración, pleitesía, "honra", y sumisión absoluta. O si no... Puntos suspensivos... Un dios que se concibe como un 'padre' humano y demasiado humano... Con todos los defectos y carencias de los padres humanos. Por definición, Dios no tendría que parecerse en nada a un padre humano, con necesidades de honra, obediencia, ser agradado, dar premios o castigos, etc. Un dios verdadero no requeriría ni ordenaría nada de eso en lo absoluto. Se rige totalmente por otra óptica, por otra lógica, que nada tiene que ver con las necesidades y veleidades humanas.

Lo impresionante es que así se conciba aún hoy. Simplemente impresionante. Bueno: eso es el resultado de los dogmas sostenidos como 'verdades divinas' por milenios. Y debido a la ignorancia de los pueblos, sostenidas como algo piadoso, encomiable, y que además también es solicitado por dios: mantenerse en la ignorancia para no ser "necios", y ser más agradables a los ojos del Señor, etc.

Ese tipo de demandas 'divinas' nada tendrían que ver con algún Espíritu Infinito, omnisciente, todopoderoso y para colmo infinitamente justo y amoroso, creador de todo el Universo.

Eso más bien se parece a un farsante egoico, sediento de poder, con complejos megalomaníacos y para nada todopoderoso. Poco a poco la humanidad se de cuenta de eso.

Saturday, November 05, 2016

Ciencia vs. Religión

Ciencia vs. Religión.

Sugiero y recomiendo la lectura de un magnífico libro del científico y escritor Stephen Jay Gould (agnóstico) titulado "Ciencia vs. Religión, un falso conflicto".

Y transcribo un párrafo ilustrativo:

"No veo de qué manera la ciencia y la religión podrían unificarse, o siquiera sintetizarse, bajo un plan común de explicación o análisis; pero tampoco entiendo por qué las dos empresas tendrían que experimentar ningún conflicto. La ciencia intenta documentar el carácter objetivo del mundo natural y desarrollar teorías que coordinen y expliquen tales hechos. La religión, en cambio, opera en el reino igualmente importante, pero absolutamente distinto, de los fines, los significados y los valores humanos, temas que el dominio objetivo de la ciencia podría iluminar, pero nunca resolver. De manera parecida, mientras que los científicos han de actuar mediante principios éticos, algunos de ellos específicos de su práctica, la validez de tales principios no puede inferirse nunca a partir de los descubrimientos objetivos de la ciencia.

Propongo que encapsulemos este principio básico de la no interferencia respetuosa (acompañado de un diálogo intenso entre los dos temas distintos, cada uno de los cuales cubre una faceta fundamental de la existencia humana) enunciando el principio de los magisterios que no se superponen, al que para abreviar denominaré MANS. Confío en que mis colegas católicos no se tomarán a mal esta apropiación de un término común en su discurso, pues un magisterio (del latín magister, o maestro) representa un dominio de autoridad en la enseñanza."

También:

"El tema [la religión] ma ha fascinado siempre, casi por encima de todos los demás (con una pocas excepciones, como la evolución, la paleontología y el béisbol). Gran parte de dicha fascinación reside en la sorprendente paradoja histórica de que la religión organizada ha propiciado a todo lo largo de la historia de Occidente, tanto los horrores más indecibles como los ejemplos más conmovedores de bondad humana frente al peligro personal. (El mal, así lo creo, reside en la frecuente confluencia de la religión con el poder secular. El Cristianismo ha patrocinado su parte de horrores, desde las inquisiciones a las liquidaciones, pero sólo porque esta institución detentó gran poder secular durante gran parte de la historia de Occidente. Cuando mis paisanos (judíos) dominaron, por un período más breve y en tiempos del Antiguo Testamento, cometimos atrocidades similares con las mismas razones fundamentales.)"


En mi opinión, el gran problema que origina los conflictos y consiguientes barbaridades, atrocidades, disfuncionalidades y derramamientos de sangre se encuentra en el dogmatismo, el sectarismo, la intolerancia, el fundamentalismo y sí, todos ellos asociados a la búsqueda de poder coercitivo y dominador.
Y el dogmatismo y el sectarismo, pueden encontrarse tanto en la religión como en la ciencia. Mejor dicho, en algunos de sus pervertidores.

Para mí la clave está en la distinción de dos órdenes de realidad distintos, Ciencia y Espiritualidad (no religió
n organizada) y su posible -y necesaria- complementariedad.

El Puzzle de Jesús

Muy notables estas reflexiones de Kevin Quinter, protagonista de la novela “El Puzzle de Jesús”, que acabo de terminar:

"En realidad es el gran Fraude; la verdad, es que si bien las religiones se jactan de sus principios de amor y respeto, siempre los han puesto en práctica a través del miedo y la coacción. Le demuestran amor y compasión al prójimo obligándolo a creer lo mismo que ellos, o si no, lo relegan a la oscuridad exterior, o a algo peor. Labran el orgullo humano y el amor propio predicando la culpa, que la humanidad es inherentemente malvada, el cuerpo pecaminoso y ninguno de nosotros vale nada cuando se mide al lado de la perfección de Dios. Los sacerdotes se pasan mucho más tiempo hablando del infierno que del cielo, o al menos eso era lo que hacían. En estos tiempos ya no está tan de moda.

Desarrollan el carácter a través del adoctrinamiento, haciendo que tengas miedo incluso de dudar o preguntar. Desarrollan la capacidad de razonar imponiendo dogmas, incluso cuando la ciencia moderna y la racionalidad dejan esos dogmas hechos trizas risibles. Construyen sus sistemas éticos sobre los caprichos de una deidad, o al menos de aquellos que la interpretaban para nosotros. La religión exige que cometamos un suicidio intelectual y nos aleja de nuestras propias necesidades humanas y del mundo en que vivimos.

Crecí en una familia y una comunidad que se tragaron por completo toda esa filosofía sesgada y vi lo que hicieron a los que me rodeaban. Vi lo que me estaban haciendo a mí antes de liberarme por fin, si es que llegué a lograrlo alguna vez del todo. Hay muchas personas que siguen liberándose, pero debe de haber una necesidad profunda de esa antigua esclavitud, porque la religión que prospera hoy en día y que quiere arrastrarnos de nuevo al pasado es ese fundamentalismo sin sentido que casi le cuesta la vida a Burton Patterson, la religión que está haciendo todo lo que puede y más por poner de nuevo en vigencia un sistema patriarcal y represivo y convertir a nuestros hijos en eunucos esclavizados por la Biblia.

¿Quién habría pensado que la época medieval se aclamaría como refugio cuando nos acercamos al tercer milenio?

Pero no podemos dejar que eso pase. Ya llevamos tiempo suficiente. Un estudioso dijo hace poco: “se ha acabado”, y tiene razón. Lo fundamental es que la religión, y no sólo el Cristianismo, no funciona y nunca lo ha hecho. Cualquiera de las cosas buenas que tiene pueden ser igual de eficaces, si no más, en un contexto diferente, un contexto humanístico. Ya es hora de volverse hacia otra cosa."

Earl Doherty, “El Puzzle de Jesús”
Ed. La Factoría de Ideas, 2006, Madrid.
Págs. 474-475-