¿Será
que el Presidente, los Ministros y demás funcionarios del
Estado no se limpian el rabo...?
por
Víctor López
Rossi
Publicado en Aporrea: http://www.aporrea.org/actualidad/a172136.html
Con este título un
poco escatológico quiero poner de relieve lo que se escucha en
muchas, muchísimas voces tanto de adeptos y simpatizantes del
Proceso Revolucionario, y mucho más por supuesto, en voces de
quienes lo adversan. Exactamente estas mismas palabras: “¿Será
que el Presidente, los Ministros y demás funcionarios del
Estado no se limpian el rabo...?” Por supuesto, el apelativo de la
zona corporal mencionada es otro, que no nombraremos aquí.
Es el preocupante
murmullo, queja, grito y hasta acusación destemplada que se
escucha en las denigrantes colas que cientos y miles de compatriotas
hacen frente a los Mercales, Pedevales, operativos a cielo abierto,
Supermercados y Abastos Bicentenario y otras actividades que el
Gobierno Bolivariano procura en favor de todos, especialmente para
los sectores de menores recursos, pero sin tomar en cuenta el
importante factor de la dignidad, la consideración y la
atención verdaderamente integral al pueblo. En todo momento se
escuchan en las infamantes colas de 2 o 3 horas cosas como: “¡claro,
como Maduro no tiene que calarse estas colas y este solazo, para él
todo está perfecto...!”; “seguramente que al Presidente y
sus Ministros y Ministras les sirven su comidita en su platico, sin
que sepan todo el ajetreo, tiempo y sudadera que un@ se tiene que
calar para conseguir las cosas... ¡y cuando se consiguen!,
porque otras nanay, nanay...”; “¡no hay leche, harina, ni
papel tualé!; será que la gente del gobierno no se
limpia el c...? ¡Ah no! segurito a ellos le llevan el papel por
pacas y no saben las de Caín que uno pasa...”; “no hay
papel turulo, ni un poco de cosas más y uno tiene que dar
vueltas y más vueltas para conseguir algo... ¡y
carísimo!; ¡que viva la Revolución Bonita!, ¡que
viva el Socialismo!
Yo no sé si el
Presidente, los Ministros, parlamentarios revolucionarios y demás
funcionarios del Estado tienen idea del daño tremendo que le
causan al Proceso Revolucionario estas y parecidas situaciones. Del
daño tremendo que se le causa a la percepción de lo que
el Socialismo es en las mentes de grandes mayorías que hacen
mercado y luchan cada día para conseguir los insumos básicos
para vivir, y que no tienen mayores instrumentos de análisis
para comprender por qué escasea el papel higiénico, la
leche, la harina de trigo o de maíz, y otros artículos
de la canasta básica que recurrentemente caen en este
ritornello de la escasez, el acaparamiento, la inflación y las
enormes colas. Tanto en los establecimientos públicos como
privados. No; la mayoría de las veces la cosa se queda en: “no
hay tal cosa y no hay. Punto. ¡Viva el Socialismo!
(irónicamente, por supuesto). Incluso no bastan en muchas
ocasiones las tímidas explicaciones o acciones que el gobierno
emprende para enfrentar las roscas acaparadoras, las mafias
especulativas, el Indepabis o no se da abasto, o es totalmente
inoperante, las importaciones como que duran unos días para
luego desaparecer ya sea en las manos de los 'amigos' de la economía
informal, 'los chinos' -como dice la gente-, o simplemente en la
enorme demanda acumulada, aumentada por el nerviosismo y el temor a
la escasez de los consumidores. Al gobierno se le percibe débil,
insuficiente o ineficaz para ponerle coto a tan tremenda situación
matavotos. Y aunque sea por supervivencia y con miras a las
elecciones de Diciembre, tiene que encontrarle soluciones
contundentes a una de las mayores amenazas que tiene.
Quizá es verdad.
Quizá es cierto que la percepción de los altos
personeros del gobierno es que: se están haciendo las
importaciones, ha aumentado el consumo, pero también se ha
aumentado la distribución y la oferta, que existen los
supermercados y abastos Bicentenario, que los operativos de
distribución de alimentos se dan a cada rato en todas partes,
que el Indepabis está poniendo mano dura. que las casas de
alimentación funcionan, que el gobierno está
abasteciendo al pueblo como nunca antes. Y esto es verdad. Pero lo
que también es verdad es que aún con todo, esto es
insuficiente. La percepción colectiva es que “antes no había
tanto rollo para conseguir las cosas”; que antes de que “el
gobierno expropiara supermercados y empresas de alimentación
había de todo, en cantidad y variedad”; que la especulación
siempre ha existido, pero ahora esto es horrible, esto se lo llevó
el diablo”. Y otras cosas por el estilo. O sea, que el Socialismo
no sirve, o no funciona bien. O que al menos, no funciona tan 'bien'
como funcionaban las cosas antes. Y esto es lo que quizá no
ven los altos funcionarios del gobierno. Que esta percepción
es la común. Es la de las grandes mayorías del pueblo,
aún la del pueblo chavista. Que quizá es cierto que
como el Presidente, Ministros, etc., no tienen que hacer mercado, no
se enteran de las ignominias que tiene que pasar el pueblo. Que esta
percepción es muy peligrosa, peligrosísima, una
terrible amenaza. Una máquina matavotos gigante.
Que si es verdad que la
culpa es de las roscas, de las mafias, del capitalismo, de los
acaparadores y especuladores, una de dos, o el gobierno es muy
pendejo, mano blanda o sonso y se deja pisar, o que es terriblemente
inefectivo y/o ineficiente para darle un parao definitivo a todo
esto. Y cualquiera de las dos respuestas es un enorme matavotos.
¿Cómo darle el parao? Por ejemplo, construyendo más
y más supermercados y abastos, trayendo o produciendo más
alimentos, y distribuyéndolos de forma abundante y efectiva
para romperle el espinazo a los empresarios sinvergüenzas
hambreadores del pueblo y conspiradores contra la Revolución.
Evitando o minimizando las colas de 2 o 3 horas y eliminando el
maltrato al pueblo que tiene que calarse esas benditas colas y demás
quebraderos de cabeza. Sólo para empezar.
El Presidente Chávez
siempre dijo que el Socialismo tenía que caracterizarse por
ser aún más eficiente en todos los aspectos que
cualquier cosa del Capitalismo. Y en eso tenía una aplastante
razón. EL CAPITALISMO NO
PUEDE SER MÁS AMABLE, ORGANIZADO, EFICIENTE, AGRADABLE, O
APARENTEMENTE 'MEJOR' QUE EL SOCIALISMO. Aún en la transición
hacia el Socialismo, las cosas tienen que percibirse mejor, o si no,
el peligro de retrogradar en la opinión pública y por
tanto en los votos, es inminente.
Y
en eso el Proceso Revolucionario aún tiene terribles fallas.
Que esperemos se corrijan a tiempo. Antes que sea la realidad la que
se estrelle en los rostros de los mayores responsables en la toma de
decisiones y tengan que decir amargamente después: “¡aaaahhh!,
es que como nosotros no hacemos mercado ni vamos al banco, no nos
enteramos de las ronchas que pasa el pueblo, a pesar de todos
nuestros esfuerzos...”. “Sí nos limpiamos, pero no nos
enteramos de todo lo que cuesta eso...”.
En
las redes sociales muchos se burlan: “No hay papel tualé,
¡pero tenemos Patria!”. Cuidado que una cosa acabe con la
otra...
¡A
ponerse las pilas pues!
valross69@gmail.com