Tuesday, August 27, 2013

¿Será que el Presidente, los Ministros y demás funcionarios del Estado no se limpian el rabo...?


¿Será que el Presidente, los Ministros y demás funcionarios del Estado no se limpian el rabo...?
por
Víctor López Rossi



Publicado en Aporrea: http://www.aporrea.org/actualidad/a172136.html


Con este título un poco escatológico quiero poner de relieve lo que se escucha en muchas, muchísimas voces tanto de adeptos y simpatizantes del Proceso Revolucionario, y mucho más por supuesto, en voces de quienes lo adversan. Exactamente estas mismas palabras: “¿Será que el Presidente, los Ministros y demás funcionarios del Estado no se limpian el rabo...?” Por supuesto, el apelativo de la zona corporal mencionada es otro, que no nombraremos aquí.

Es el preocupante murmullo, queja, grito y hasta acusación destemplada que se escucha en las denigrantes colas que cientos y miles de compatriotas hacen frente a los Mercales, Pedevales, operativos a cielo abierto, Supermercados y Abastos Bicentenario y otras actividades que el Gobierno Bolivariano procura en favor de todos, especialmente para los sectores de menores recursos, pero sin tomar en cuenta el importante factor de la dignidad, la consideración y la atención verdaderamente integral al pueblo. En todo momento se escuchan en las infamantes colas de 2 o 3 horas cosas como: “¡claro, como Maduro no tiene que calarse estas colas y este solazo, para él todo está perfecto...!”; “seguramente que al Presidente y sus Ministros y Ministras les sirven su comidita en su platico, sin que sepan todo el ajetreo, tiempo y sudadera que un@ se tiene que calar para conseguir las cosas... ¡y cuando se consiguen!, porque otras nanay, nanay...”; “¡no hay leche, harina, ni papel tualé!; será que la gente del gobierno no se limpia el c...? ¡Ah no! segurito a ellos le llevan el papel por pacas y no saben las de Caín que uno pasa...”; “no hay papel turulo, ni un poco de cosas más y uno tiene que dar vueltas y más vueltas para conseguir algo... ¡y carísimo!; ¡que viva la Revolución Bonita!, ¡que viva el Socialismo!

Yo no sé si el Presidente, los Ministros, parlamentarios revolucionarios y demás funcionarios del Estado tienen idea del daño tremendo que le causan al Proceso Revolucionario estas y parecidas situaciones. Del daño tremendo que se le causa a la percepción de lo que el Socialismo es en las mentes de grandes mayorías que hacen mercado y luchan cada día para conseguir los insumos básicos para vivir, y que no tienen mayores instrumentos de análisis para comprender por qué escasea el papel higiénico, la leche, la harina de trigo o de maíz, y otros artículos de la canasta básica que recurrentemente caen en este ritornello de la escasez, el acaparamiento, la inflación y las enormes colas. Tanto en los establecimientos públicos como privados. No; la mayoría de las veces la cosa se queda en: “no hay tal cosa y no hay. Punto. ¡Viva el Socialismo! (irónicamente, por supuesto). Incluso no bastan en muchas ocasiones las tímidas explicaciones o acciones que el gobierno emprende para enfrentar las roscas acaparadoras, las mafias especulativas, el Indepabis o no se da abasto, o es totalmente inoperante, las importaciones como que duran unos días para luego desaparecer ya sea en las manos de los 'amigos' de la economía informal, 'los chinos' -como dice la gente-, o simplemente en la enorme demanda acumulada, aumentada por el nerviosismo y el temor a la escasez de los consumidores. Al gobierno se le percibe débil, insuficiente o ineficaz para ponerle coto a tan tremenda situación matavotos. Y aunque sea por supervivencia y con miras a las elecciones de Diciembre, tiene que encontrarle soluciones contundentes a una de las mayores amenazas que tiene.

Quizá es verdad. Quizá es cierto que la percepción de los altos personeros del gobierno es que: se están haciendo las importaciones, ha aumentado el consumo, pero también se ha aumentado la distribución y la oferta, que existen los supermercados y abastos Bicentenario, que los operativos de distribución de alimentos se dan a cada rato en todas partes, que el Indepabis está poniendo mano dura. que las casas de alimentación funcionan, que el gobierno está abasteciendo al pueblo como nunca antes. Y esto es verdad. Pero lo que también es verdad es que aún con todo, esto es insuficiente. La percepción colectiva es que “antes no había tanto rollo para conseguir las cosas”; que antes de que “el gobierno expropiara supermercados y empresas de alimentación había de todo, en cantidad y variedad”; que la especulación siempre ha existido, pero ahora esto es horrible, esto se lo llevó el diablo”. Y otras cosas por el estilo. O sea, que el Socialismo no sirve, o no funciona bien. O que al menos, no funciona tan 'bien' como funcionaban las cosas antes. Y esto es lo que quizá no ven los altos funcionarios del gobierno. Que esta percepción es la común. Es la de las grandes mayorías del pueblo, aún la del pueblo chavista. Que quizá es cierto que como el Presidente, Ministros, etc., no tienen que hacer mercado, no se enteran de las ignominias que tiene que pasar el pueblo. Que esta percepción es muy peligrosa, peligrosísima, una terrible amenaza. Una máquina matavotos gigante.

Que si es verdad que la culpa es de las roscas, de las mafias, del capitalismo, de los acaparadores y especuladores, una de dos, o el gobierno es muy pendejo, mano blanda o sonso y se deja pisar, o que es terriblemente inefectivo y/o ineficiente para darle un parao definitivo a todo esto. Y cualquiera de las dos respuestas es un enorme matavotos. ¿Cómo darle el parao? Por ejemplo, construyendo más y más supermercados y abastos, trayendo o produciendo más alimentos, y distribuyéndolos de forma abundante y efectiva para romperle el espinazo a los empresarios sinvergüenzas hambreadores del pueblo y conspiradores contra la Revolución. Evitando o minimizando las colas de 2 o 3 horas y eliminando el maltrato al pueblo que tiene que calarse esas benditas colas y demás quebraderos de cabeza. Sólo para empezar.

El Presidente Chávez siempre dijo que el Socialismo tenía que caracterizarse por ser aún más eficiente en todos los aspectos que cualquier cosa del Capitalismo. Y en eso tenía una aplastante razón. EL CAPITALISMO NO PUEDE SER MÁS AMABLE, ORGANIZADO, EFICIENTE, AGRADABLE, O APARENTEMENTE 'MEJOR' QUE EL SOCIALISMO. Aún en la transición hacia el Socialismo, las cosas tienen que percibirse mejor, o si no, el peligro de retrogradar en la opinión pública y por tanto en los votos, es inminente.

Y en eso el Proceso Revolucionario aún tiene terribles fallas. Que esperemos se corrijan a tiempo. Antes que sea la realidad la que se estrelle en los rostros de los mayores responsables en la toma de decisiones y tengan que decir amargamente después: “¡aaaahhh!, es que como nosotros no hacemos mercado ni vamos al banco, no nos enteramos de las ronchas que pasa el pueblo, a pesar de todos nuestros esfuerzos...”. “Sí nos limpiamos, pero no nos enteramos de todo lo que cuesta eso...”.

En las redes sociales muchos se burlan: “No hay papel tualé, ¡pero tenemos Patria!”. Cuidado que una cosa acabe con la otra...

¡A ponerse las pilas pues!

valross69@gmail.com

Wednesday, August 21, 2013

Más sobre el "No juzgar, ni condenar"...

 

28 de Julio de 2013 a la(s) 16:14


En muchas fuentes sobre Espiritualidad y Crecimiento Personal, es usual que surja el tema sobre el "No juzgar y no condenar", entre ellas, una de mis favoritas, que es la serie de Neale Donald Walsch "Conversaciones con Dios". Ya he tratado este tema antes, pero dada su relevancia, vale puntualizar algunas cosas, por supuesto, desde mi perspectiva.

Éste es un concepto muy, muy importante, primero por su contenido profundo, y segundo, porque tengo la impresión de que usualmente se confunde o malinterpreta en diversas formas...

En mi opinión, lo principal es que estamos hablando de ´enjuiciamiento
´, a diferencia de nuestra humana y muy útil y necesaria posibilidad de establecer y ejercer el jiuicio, o mejor aún, el ´buen juicio´.

El "no juzgar ni condenar", no debe confundirse con el "no discernir, ni ejercer el pensamiento crítico".

Conversaciones con Dios nos anima constantemente a observar nuestro mundo, a interpretar significados y a decidir y a elegir nuevos significados y acciones a partir de lo que se observa, discierne y decide como conveniente o inconveniente, a establecer muy atinadas conclusiones sobre lo que funciona o no funciona para un propósito determinado que hayamos elegido.

Más aún, nos anima a transformar decididamente todo aquello que ´juzguemos´ o determinemos que no funcione tanto en lo individual o en lo colectivo, para los intereses que se tengan como más beneficiosos, según el sistema de referencia que sea de nuestra elección. Por supuesto, esto no puede hacerse sin antes observar amplia y detalladamente, discernir cuidadosamente, determinar y en cierto modo, sí, juzgar, o analizar críticamente, una situación, evento, o asunto. Pero esto no es lo mismo que ENJUICIARLO; o mucho menos, enjuiciar a personas o grupos desde el punto de vista del Ser.

Y en nuestro actual estadio de evolución, me parece que es crucial entender esta distinción. Aún estamos en el tiempo del entender, del reconocer quiénes somos, de superar nuestras creencias y sistemas de valores disfuncionales. Decir que son disfuncionales no es un ´enjuiciamiento´, sino una observacion de algo que es así y que cualquiera puede convenir en que ES. Otros pudieran decir, apropiadamente además, que estaríamos haciendo un juicio de valor a lo que llamamos "disfuncionalidad", y sí, desde el punto de vista práctico, no habría mayor diferencia.

En nuestro actual estadio de evolución, que Conversaciones con Dios no duda en calificar -o juzgar- como "primitivo", es muy necesario y además parte fundamental de lo que estamos haciendo aquí como seres humanos, como seres físicos, que observermos nuestro mundo y decidamos que hay cosas que no funcionan para nuestra condición de seres humanos y que decidamos transformarlas. Y ello comportaría en parte ejercer la inteligencia, el pensamiento crítico, la elaboración de juicios, sin que ello sea lo mismo que hacer enjuiciamientos. E incluso, en algunos casos, significaría entender que por ahora, SÍ tenemos que incluso, hacer algunos enjuiciamientos y condenas sobre conductas muy determinadas de algunas personas o grupos, aunque ello no comporte el enjuiciamiento o la condena desde el punto de vista espiritual del Ser.

Por ejemplo, ¿significa el "no juzgar, ni condenar", que tenemos que renunciar a todos nuestros sistemas judiciales y estamentos jurídicos? En mi apreciación de lo que sugiere CCD, y en la mía propia, pues obviamente, no. Más bien, CCD indica que sería una locura hacerlo en nuestro actual estado de Evolución, simplemente, por ahora, no funcionaría.

¿No podríamos "juzgar", o condenar a la cárcel o a otras costas penales a delincuentes, ladrones, violadores, o asesinos? CCD no sugiere jamás que se los deje impune, sino más bien, que en nombre del Amor, tanto por el transgresor, como por los agredidos o perjudicados en cualquier situación, se detenga, se ponga fin, lo más inmediatamente posible a la situación de maltrato. Y que se impida que continúe, lo cual puede significar apartar a una persona de la sociedad durante un tiempo, o hacer que de alguna manera compense los daños y perjuicios a quienes han resultado afectados.

Por supuesto, esto no significa para nada, aún en nuestro estadio de evolución primitivo, validar los crueles y disfuncionales sistemas jurídicos y penales que en vez de corregir el delito o la disfuncionalidad, más bien lo que hacen es reafirmarla y profundizarla. Fíjense, el sólo observar esto quizá haría que alguien diga que estamos haciendo un juicio, o ´enjuiciando´ a nuestros sistemas legales.

Pero malinterpretaciones aparte, lo que creo que queda claro, es que obviamente el "no juzgues, no condenes", significa algo muy distinto a "no observes, no disciernas, no ejerzas el pensamiento crítico, mete tu cabeza en la tierra".

Cierto, a veces las distinciones son algo lábiles o no muy precisas, pero creo que en las enseñanzas de CCD queda claro que se refiere a los ENJUICIAMIENTOS categóricos de la condición del SER de las personas. Quizá lo pinta mejor una célebre frase de uso ya casi común: "haz observaciones sobre las conductas, nunca sobre las personas".

Porque si miramos bien todos los libros de la serie CCD, éstos están llenos, por todas partes, de muy atinados, contundentes, precisos, lapidarios y tremendos ´juicios´, que alguno podría calificar como ´enjuiciamientos´. Como Dios se lo advierte varias veces a Neale -que éste lo acusaría de estarlo juzgando, o a la raza humana, cuando no es así-, y por supuesto, profecía acertada: Neale varias veces acusa a Dios de estarnos juzgando.

Pero se trata de cosas distintas: el juicio como ejercicio del sentido común y el pensamiento crítico, cosa muy diferente al enjuiciamiento como categorización de condiciones o atributos a priori y además prejuiciados y temporales del Ser. O a cosas tan trascendentales como la Verdad, la Justicia o el Amor. ¿Determinar x acto como un acto contrario al Amor, sería estar juzgando o enjuiciando al acto mismo o a la persona que lo comete? Obviamente, no... ¿Evaluar a una distorsión de alguna verdad como Mentira, es juzgarla o juzgar a quien la dice? Obviamente que no...

(Por cierto, otro asunto muy relacionado con éste de los enjuiciamientos: el PREJUICIO. Pero es otro tema, que quizá tratemos en otra ocasión).